
Meditar es permanecer en el momento presente de forma intencionada, atendiendo a todo lo que ocurra sin oponer resistencia, con una actitud de apertura y libre de juicios.
Cada vez, estamos más familiarizados con esta técnica, ya que podemos encontrar numerosos lugares en los que practicarla, centros en donde realizar retiros y mucha información sobre ella en libros, videos, conferencias, ferias, etc.
Desde los años 70 (Jon Kabat-Zinn, Massachusetts) se viene investigando en laboratorio sobre los beneficios que aporta la práctica de la meditación, a nivel físico y emocional. Modificaciones en la estructura cerebral indican las causas por las cuales las personas que practican meditación experimentan cambios y mejoras en su vida cotidiana. Y por lo tanto, al ser algo que no sólo conocemos a través de la experiencia de quienes lo han comprobado, sino que la ciencia nos lo ha demostrado, no es de extrañar que en todos los libros, videos, clases etc, nos hablen de la cantidad de ventajas que obtendremos si meditamos.
- Aumento de la empatía.
- Disminución del estrés y ansiedad.
- Regulación del sueño.
- Aumento de la atención.
- Aumento de la motivación como consecuencia del aumento de la dopamina.
- Aumento del control de impulsos y por lo tanto del equilibrio interno.
- Aumento de la concentración.
A lo largo de todos estos años enseñando meditación a niños y adultos, me he encontrado con muchas personas que no consiguen ver en ellos mismos estos beneficios. Y es que a veces es necesario leer la letra pequeña para saber bien cómo funciona el producto.
- Para poder experimentar estos beneficios; es NECESARIO practicar meditación de forma diaria. Por lo tanto, realizarlo de forma intermitente no solo no funcionará, si no que no facilita la integración de la práctica.
- Es absolutamente necesario meditar con la postura correcta, de lo contrario, tampoco funciona. Estaremos haciendo otra cosa, pero no meditar.
- La meditación no está recomendada para todo el mundo, y es que hay personas que por sus patologías emocionales, no deben practicar meditación y menos solos, por lo tanto, si estás pasando por un proceso terapéutico, es necesario que hables con tu terapeuta para que él te indique si te recomienda la práctica como complemento al proceso.
- Constancia, continuidad y paciencia son los ingredientes básicos para experimentar los cambios y beneficios que proporciona la meditación, pero sin estos ingredientes no verás esos resultados.
- Hacer retiros sin practicar meditación de forma regular, te servirá para desconectar, y aportará un tiempo para estar en ti, pero no tendrá el mismo impacto que si practicas meditación de forma regular.
- Hay muchas formas de meditar, aunque la esencia es la misma, que elijas una u otra, dependerá de tus características y necesidades.
- Comenzar con un instructor, o en un lugar especializado es lo más recomendable.
- Es muy importante que cuando te acerques a la práctica sepas por qué quieres empezar, eso ayudará a definir tus objetivos y a mantener la continuidad.
- Meditar es tan sencillo como empezar a hacerlo y tan complicado como mantenerlo.
En mi próxima newsletter te entregaré una guía de meditación básica, con información detallada sobre cómo empezar a practicar, mis recomendaciones, recursos, lugares en Madrid donde poder acudir a aprender y practicar. Puedes suscribirte en la página de inicio de la web. Te espero.
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