
Cuando tenemos a nuestro alrededor a alguien que está atravesando un duelo, lo primero que solemos sentir es la “ansiedad del acompañante”, es decir, nos entran las prisas por hacer lo que sea para aliviar el sufrimiento del que está delante, y eso es la definición de compasión, algo muy necesario no sólo para el duelo, sino para todo en la vida.
Sin embargo, la compasión, no implica eliminar el sufrimiento de forma inmediata y cuanto antes mejor, ya que las emociones duran lo que tiene que durar, ni más ni menos, y si pretendemos forzar sus tiempos, empeoramos la situación.
Como acompañante de un doliente, lo primero que debes trabajar es tu tolerancia al sufrimiento de los demás. No tengas miedo de ver a alguien que quieres sufrir. Nos asusta mucho ver a alguien llorar, pasarlo mal, y enseguida tratamos de hacer lo que sea para que pare ese sufrimiento, y en parte, es porque no queremos ver a esa persona sufrir, pero también en parte por la baja tolerancia a ver sufrir al otro.
Cuando alguien sufre, solamente puede encontrar alivio en aquellas personas que son capaces de sostener su dolor, por lo que si quieres acompañar a alguien en su duelo, deberás tolerar su dolor y sostener sus emociones, sin pretender que se vayan, simplemente aliviándolas con tu presencia y cuidados.
FRASES QUE DEBES EVITAR:
1. No llores (necesita llorar)
2. No es para tanto (eso es tu percepción, no la suya)
3. Tienes que salir más (no tiene energía para salir)
4. Trata de distraerte (ya lo intenta, no puede)
5. Piensa en otra cosa (no puede, es imposible)
6. No puedes estar todo el día triste (si puede, y es normal)
7. Me duele verte así (no le responsabilices de tu baja tolerancia al dolor ajeno)
8. Dime qué puedo hacer por ti (no lo sabe, sólo acompáñale, no está para pensar)
FRASES QUE PUEDES DECIR
1. Llora lo que necesites
2. Debía ser muy importante para ti…
3. Es normal que no quieras hacer nada, un pequeño paseo conmigo te ayudará, es solo un ratito
4. Sé que no puedes distraerte, pero la tele de fondo acompañará el silencio
5. Sé que no puedes pensar en otra cosa, pero no te preocupes, eso acabará pasando
6. Es normal que estés triste, eso también pasará
7. Yo estoy contigo, estés como estés
8. No te preocupes de nada, yo me encargo estos días de todo
Como ves, se trata de poner palabras a las emociones que está sintiendo el doliente. De esta manera se sentirá entendido y seguro a la hora de legitimar sus sentimientos. No pasa nada si hay silencios, no busques que disfrute con lo que hace o con lo que le propones. El acompañante del doliente sobre todo, debe sostener el dolor, no esforzarse con eliminarlo, sostener en compañía amorosa.
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