
Suele ser bastante frecuente que cuando queremos comenzar una nueva disciplina o implementar un hábito, no sabemos por donde empezar y no hay nada más frustrante que empezar a hacer algo, sin saber muy bien lo que estás haciendo.
Para empezar, diré que si quieres empezar a meditar, es acudir a con un instructor que pueda ayudarte a incorporar este hábito en tu día a día y que te indique cual es la mejor forma de hacerlo para ti. Hay muchas maneras de meditar y ninguna es más correcta que la otra, ya que dependiendo de tu forma de ser o de las circunstancias por las que estés pasando, será más apropiado que escojas una u otra forma.
Sin embargo, tanto si acudes con un instructor, como si no, te dejo 5 consejos que quizá podrían ayudarte si estás comenzando con esta disciplina.
- ESTRUCTURA. El orden y la estructura es fundamental a la hora de aprender algo y que hará que lo integres mejor. Hacerlo a la misma hora, en el mismo lugar, con la misma música, etc, hace que vayas creando patrones en tu cerebro sobre la meditación y que te resulte más sencillo tanto comprender la práctica como hacerla tuya.
- COMPROMISO. La meditación sólo es efectiva si la practicamos diariamente y no hay más. Todos esos beneficios que tiene y que es en definitiva la razón por la que nos acercamos a la meditación solamente, y repito, solamente, se consiguen tras la práctica DIARIA, de la meditación, por lo tanto, es importante que adquieras un compromiso contigo mismo y saber si estás dispuesto a cumplirlo.
- CUANTO MENOS COSAS MEJOR. Para meditar, no hace falta nada. Cuantas menos cosas, mejor. Simplemente siéntate, y toma conciencia de la respiración, cuando tu mente se haya ido a otro lugar, muy amablemente al darte cuenta, vuelves a tu respiración, sin más, las veces que haga falta. No hay que hacer nada más.
- LA POSTURA. Se medita sentado con la espalda recta pero relajada. Por definición, meditar es el acto de prestar atención sin emitir juicio de valor alguno, por lo tanto deberemos adoptar una postura que favorezca la atención. Esa es la razón por la que se medita sentado con la espalda recta, en un zafú, o en una silla. Puedes poner la espalda apoyada en la pared si quieres, pero no se medita tumbado, ya que esa postura favorece la relajación, que es lo opuesto, completamente a la meditación.
- COMIENZA POR 1 MINUTO. Siempre les digo a mis alumnos, que comiencen por meditar un minuto diariamente, ya que si dividimos en pasos muy pequeños, las actividades que queremos implementar, será más sencillo que las hagamos rutina, ya que al ser tan cortito el tiempo que le dedicas, tu cerebro no lo interpreta como una amenaza. Es lo que se conoce como método Kaizen.
En definitiva, como siempre digo, meditar es tan sencillo como ponerse a hacerlo y tan complicado como mantenerlo, pero lo que si es seguro es que los resultados sólo se verán después de practicar de forma diaria a partir de los 2 meses.
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